viernes, junio 15, 2007

IV Premios Canal Cocina






















Todo empezó hace un mes y ha tenido momentos álgidos y otros no tanto. Ayer el día empezó con lluvia y lo que parecía desastre resultó salvarme el culo. La cuestión es que había que arremangarse y trabajar mucho porque el PLV no se pone solo. Y los imprevistos... una enara que se cae, un roll-up que decide romperse, bridas que no enganchan... Nada que no pueda arreglarse con cinta americana, de doble cara y un pequeño set de herramientas que siempre llevo en el coche. Por no hablar de organizar a los proveedores: músicos, azafatas, transportistas, la sala, técnicos de sonido... y a los propios compañeros de producción con sus cámaras, mesas de mezclas y edición del video de los nominados al estilo de los Óscars. El resultado es muchas veces fruto de la improvisación y la capacidad de reacción, otras (las más por suerte) fruto de mucho trabajo y previsión. Y también de mucho trabajo en equipo, paciencia y tolerancia.

Gracias a todo esto, parece que la gente estuvo a gusto, se divirtió y los trofeos que con tanto cariño encargué y supervisé en su proceso de producción, fueron entregados a los ganadores. Olé mis huevos!!!! No me entendáis mal: los trofeos eran una base negra de alabastro con un huevo en metal pulido y su correspondiente placa.

Voy a autocriticarme un poco, para que no creáis que esto es mero autobombo. Hubo un objetivo que no se cumplió y fue el de la homogeneidad de la identidad corporativa. ¿Motivo? El reciente cambio de logotipo y línea de comunicación ha supuesto un excedente de merchandising con el logo anterior al que había que dar salida. Por suerte, el elemento diferenciador del canal, nuestro conocido huevo frito sí que estuvo presente en cada resquicio de la entrega.

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