Speed Art cuenta la historia de una moto legendaria y de su nacimiento en el mundo altamente tecnológico que es hoy MotoGP. Este nacimiento tiene dos padres: la prestigiosa escudería italiana Ducati y el fotógrafo Gérard Rancinan, que con cuatro fotografías traspone la realidad de la competición a un mundo creativo surgido de la ensoñación ducatista. La génesis del proyecto se refiere al alumbramiento de la nueva Ducati. Es la historia de la construcción de un bello sueño. El escenario de las fotografías es realista, se inspira y es fiel al ideal Ducati pero el resultado es onírico, irreal.
Todos los miembros del equipo Ducati Corse se han visto involucrados de un modo u otro en el proyecto “Speed Art” hasta el punto de que los modelos de las fotos son Loris Capirosi (MotoGP) y Troy Bayliss que compite con el equipo oficial en la categoría de Super Bikes. Por cierto, visto el interior, ¡por mí que jamás vuelvan a enfundarse en cuero, por favor!
El hecho de que la colaboración de la marca de Bologna sea con Gérad Rancinan no es fruto de casualidades. Cuando no está trabajando en sus fotografías, Rancinan es un gran aficionado a la moto y es el orgulloso dueño de varios ejemplares de coleccionista. Puede enorgullecerse además de contar para sus instantáneas con personajes tan relevantes como Fidel Castro, Juan Pablo II, el Dalai Lama, o las hermanas Venus y Serena Williams.
Las fotografías elaboradas para el proyecto Ducati Speed Art son cuatro: Annunciation, Genesis, Breakaway y Tomorrow 3053 y en todas ellas se narra, de forma alegórica y con el fuerte sello personal de su realizador, la realidad de una carrera de alta competición, los boxes, el equipo y las altas tecnologías, en fin, todo aquello que ha rodeado la concepción y desarrollo de la gran joya ducatista.
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