
Vale, ahora ya hemos hecho lo posible porque nuestro móvil, o nuestro ordenador, o nuestra cámara de fotos acaben en un centro de reciclaje. El escollo mayor parece haber sido sorteado cuando descubrimos uno mucho peor. Queda solucionar los problemas que acarrean, una vez acumulados, estos deshechos de la electrónica de consumo. Y es que no solo contaminan el planeta, sino también los organismos de las personas que en China, el vertedero el Primer Mundo, se encargan de desmontar y separar estos residuos. A este paso, nosotros seguiremos reciclando y dejando nuestra conciencia tranquila, mientras familias chinas enteras viven entre nuestros desperdicios, intoxicándose con la multitud de elementos químicos tóxicos que contienen. Y lo peor es que es el propio gobierno chino el que compra todos estos residuos a las grandes potencias para obtener materias primas baratas que luego venderá de nuevo al Primer Mundo en forma de productos de Todo a 100. No hay derecho.
1 comentario:
Que horrible por dios... yo creo que deberíamos de dejar de comprar porquerias de las tiendas de todo a 100
Besitos guapa
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