sábado, febrero 02, 2008

WhAt Do YoU hAVe to SAY? by Gwen Stefani


Sometimes it is so hard to find what are you are even trying to say. People might think you can turn creativity on and off but it's not like that. It just comes up and comes out above all these things you collect on your mind. You never know when it is going to happen but, when it does, it is like magic. It's just that simple... and it's just that hard.

Gwen Stefani habla mientras suena su tema Early winter y miles de ideas revolotean a su alrededor. ¿Y tu qué tienes qué decir? es el leit motiv de la última campaña de HP, apoyada por la excéntrica cantante californiana Gwen Stefani. La chica de Orange County conoció la fama mundial junto a su grupo en los 90 cuando todo el mundo cantaba el desamor al ritmo de Don't speak, extraido del album Tragic Kingdom.


En 2004 se lanzó por vez primera a la aventura en solitario y en el videoclip de su primer single What are U waiting for? eramos testigos de una oda a la creatividad, a la búsqueda de la inspiración, la llamada desesperada a una musa que no llega. Gwen se ve acosada por su manager que le pide nuevas canciones para su nuevo disco y ella no cesa de repetirle que aún no ha encontrado la inspiración necesaria. En su site, Gwen explica el bloqueo que sentía al tener que componer sin formar parte de su grupo, sin los mecanismos de creatividad grupales a los que estaba acostumbrada. ¿Solución? Gwen se va a clases de búsqueda de inspiración y allí firma su solicitud de ingreso e imprime su foto, curiosamente, con una impresora HP. De pronto, el tick tack de un reloj se la lleva a un mundo propio de Lewis Carrol e voilá!! Ya llegó la inspiración.


Look at your watch now
You're still a super hot female
You got your million dollar contract
And they're all waiting for your hot track


What u are waiting for?



El video desborda imaginación, parece un cuento donde se mezclan los pavos reales, sus chicas Harajuku de Tokio, un laberinto y los diseños más arriesgados de John Galliano para Gucci además de su particular y característico look donde nunca falta el rojo en los labios y el platino "I love Marilyn" del pelo.



Con estas credenciales, la cantante era la celebrity ideal para que HP hiciese su particular apología de la creatividad. Di lo que tengas que decir y para ponerlo en papel, utiliza tu HP.


EXPIACIÓN - AtoNEmeNT




EXPIACIÓN (Del lat. expiatĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de expiar.

EXPIAR (Del lat. expiāre).
1. tr. Borrar las culpas, purificarse de ellas por medio de algún sacrificio.
4. tr. Purificar algo profanado, como un templo.



Tres vidas marcadas para siempre por los celos de una niña, impulsada por un sentimiento infantil y caprichoso, exento de inocencia, dominada por la imaginación exacerbada de futura escritora frustrada.

Ella, con su vestido verde, frágil, que no comprende sus propios sentimientos, no entiende y por eso reacciona violentamente contra él. Cree odiarle porque le ama. Cree odiarle por su brutal sinceridad cuando en realidad ha prendido en ella la llama de la pasión. Ella le reta, le incita, entra al juego.

Él la desea. Se estremece con su sola visión. Mojada, con su piel transparentándose bajo la ropa empapada, inmóvil ante él. La promesa de su piel le impulsa a la imprudencia, sin saber que obtendría alivio para su deseo y al tiempo, el castigo de postergar ese deseo para siempre. Una felicidad breve, arrebatada sin piedad, robada cuando aún era un esbozo de amor.

La niña. Culpable de un pecado mayor que lo que su tierna edad es capaz de asimilar. Guarda silencio, miente creyendo que dice la verdad. Destroza dos vidas jóvenes, un amor embrionario que perpetúa con el dolor de arrancárselo del corazón cuando apenas acababan de decirse por primera vez "Te quiero". Al mismo tiempo, encubre al verdadero culpable.

El pecado. Un hombre adulto no debería desear a una niña. Aunque siempre hay en esto dobles lecturas… Como en la Lolita de Nabokov nunca podemos ser justos al juzgar cuando la niña no se comporta como tal y se insinúa o incluso, ama al hombre. Lo que sí podemos poner son límites y decidir que la menor no es responsable de sus actos, aunque sean de seducción mientras que el adulto sí ha de serlo. En cualquier caso, la pequeña brujita pelirroja tienta a su suerte y el hombre no duda en pecar con tan buena suerte que resulta absuelto y su culpa cae sobre otro.



Con los años su horrible pecado dio vía libre para sellar por siempre jamás tan depravado comportamiento con una boda. La niña escritora no será consciente de ello hasta que la Iglesia selle una unión pervertida por el abuso de poder que el adulto ejerce sobre su Lolita. El rostro de la verdad se perfila en su retina con límpida claridad. Y en este preciso instante repara en su error.

"Vuelve a mí" le susurra ella a él. "Vuelve a mí" porque te marchaste cuando no correspondía, porque cuando había que sonreír, lloramos, porque cuando debíamos desbordar felicidad, fuimos desgraciados. "Vuelve a mí". Sana el dolor terrible del amor sentido y no disfrutado, desperdiciado, una juventud desecha por la espera y el temor.

Expiación. La niña que ha dejado su infancia necesita expiar su pecado. El arrepentimiento devora su alma. Necesita purificar lo profanado: el amor, lo más sagrado. Y para ello recurre a su propio sacrificio. Renuncia a su sueño de escritora célebre y se convierte en enfermera. Dedica sus días a los heridos de guerra, a sanar sus heridas físicas y psíquicas, a sujetar la mano del moribundo, a sufrir el dolor humano en su máxima expresión. Y espera en vano ver a su amado, al que ella misma condenó. Promete cambiar su declaración, contar lo sucedido en realidad, salvar las almas de los amantes, darles una segunda oportunidad. Aunque solo sea como todo nació: en su imaginación.

Y en su imaginación, él volverá a ella, como debió de ser, como nunca fue. Vuelve a mí.