lunes, marzo 13, 2006

El diablo viste de Prada (The Devil wears Prada)



El libro de Lauren Weisberger El diablo viste de Prada ha sido recientemente llevado al celuloide y será protagonizado por la dos veces oscarizada y "globorizada" otras tantas Meril Streep y la acompañará Anne Hathaway, ¡quién lo iba a pensar! La niñata de Princesa por sorpresa -el bodrio que Disney tuvo el valor de regalarnos, y no sólo una vez, sino que nos sometieron a tortura con una secuela-, se ha hecho mayor. Y además, cumple el requisito fundamental para triunfar: está buena y lo sabe, y para quien lo dude, que vea la foto con camisa negra y transparencias. El pasado año 2005 pegó el espaldarazo con Brokeback Mountain, de Ang Lee, donde interpreta a la linda vaquera texana que se casa con un Jake Jyllenghaal enamoradísimo de Ennis del Mar. Ay, ¡qué recuerdos! Me encantó la película, sobre todo, la carita de cordero con la que Jake mira a Heath cuando este le rechaza tras la primera noche de pasión...

Pero bueno, sin desviarnos del tema, tenemos la oportunidad de ver a Hathaway actuando al lado de una de las grandes y además, en un papel de lo más curioso. Anne será Andrea, una recién licenciada que por casualidad acaba trabajando en la revista de moda más influyente del planeta, esto es, algo así como Vogue, no Cosmopolitan, como he leido por ahí. ¡Si Cosmo es el medio impreso más influyente en moda, que baje Gianni y lo vea!!! Lógicamente, en la ficción la autora ha optado por bautizar la publicación como Runway (y de hecho, en algún giro de la novela se cita a la revista Vogue como competidora directa). Andrea quiere ser una redactora seria y escribir sobre temas menos triviales en The New Yorker. Yo no dejo de pensar en qué obsesivos son estos americanos porque ¿os imagináis aquí en España saliendo de la universidad diciendo: "Yo, o trabajo en MacCann o no trabajo en publicidad"?. Lo llevaríamos claro. La cuestión es que le prometen que si consigue aguantar (más bien, padecer) un año trabajando como asistente personal de la directora de Runway, ésta -que es muy influyente- le podría conseguir el puesto que desease. Andrea, como joven emprendedora que es acepta. Aquí empieza su tortura diaria en forma de jornada laboral de 14 horas, madrugones, el insoportable caracter de una jefa psicópata que no ceja en su empeño de llamarla Emily y de pedirle absurdos y carísimos encargos. Mientras, todo su entorno y el mundo entero piensan que es muy afortunada y que "cualquier chica daría un ojo de la cara" por tener su trabajo. Andrea se toma la revancha a su manera. Cada día, reparte cafés Starbucks entre los indigentes neoyorkinos, regala más de 4 dólares a cada taxista que la lleva y se queda con un móvil Bang & Olufsen además de unos cuantos modelitos de Prada y los pañuelos Hermès blancos que obsesionan a su jefa. En fín, una historia que para mí, es cercana: la vida de la becaria precaria y además, aderezado con un poquito de moda. La novela -e imagino que esto será explotado en la peli- tiene tintes hollywoodienses pues es una historia con moraleja que no deja muy bien parado el mundo de la moda, para que nos vamos a engañar, y con las dosis justas de drama, comedia, éxito profesional y amor/desamor. El libro ha merecido mucho la pena. Esperemos que el filme esté a la altura.

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